No te preocupes, No pasa nada.

En constantes ocasiones me ha tocado escuchar que la gente dice mucho una frase cuando busca realizar algo pero se queda en el camino (por ejemplo cuando reprobó un examen y no se graduó, cuando hizo una promesa y no se cumplió, cuando se propuso llegar a tiempo y llego tarde, cuando compitió y quedó en segundo o tercer lugar, etc.) y esa frase es:
No te preocupes, No pasa nada.

En este espacio, voy a hablar específicamente de los casos que tiene que ver con las metas que la gente se propone, y no con los accidentes o tragedias de la vida cotidiana.

 

En la mayoría de los casos que observe, esta frase está siendo más usada con carácter paliativo que con carácter de conciencia, orillando en algunos casos al conformismo o bien a estar “tranquilos” con el resultado. Siendo en algunos de estos casos, lo peor que puede pasar es que no pase nada.

Y si, la frase “NO PASA NADA” puede tener un carácter de conciencia bien empleada que te ayude a moverte de espacios en vez de conformarte con ese resultado.

 

Si la vemos desde un punto de vista en donde se hace honor a lo que es, es correcto que no pasa nada, por ejemplo:

Estudie muy duro para terminar mi carrera pero no la termine, No pasa nada.
(si hubiera terminado, es posible que me hubiera titulado, y ahí si pasaría algo con lo que hice).

Alguien acostumbrado y catalogado por llegar tarde se hace la promesa de llegar temprano a partir de ahora, y no la cumple y sigue llegando tarde, No pasa nada.
(si fuera su palabra se abre la posibilidad de ser catalogado de manera diferente)

Una persona que padece sobrepeso y se comprometió a hacer una dieta la cual jamas cumplió, Tampoco pasa nada.
(si la hubiera seguido es posible que bajara de peso)

 

Y es que efectivamente si te propones una meta y no la logras NO PASA NADA, pero entonces, ¿para que proponerse esa meta?

Los seres humanos si se proponen metas son específicamente para que en su vida (o en la de los demás) SI PASE ALGO. Algo diferente a lo que se está acostumbrado a tener.

 

Así que la próxima vez que alguien te diga que no pasa nada, valdría la pena preguntarse si eso es lo que se busca que pase. Y si no es así, buscar el aprendizaje para intentarlo una vez más, tantas como sea necesario para que ahora si PASE ALGO.