Quiero pensar que si estás leyendo esta entrada es porque el sentimiento en tu trabajo actual, escuela, carrera, etc. no es el esperado por ti al grado de decir que estás harto de estar ahí. Es probable que a estas alturas presentes los siguientes síntomas:
- Sentirse cansado todo el tiempo.
- Mínima concentración, dificultad para tomar decisiones u olvidar cosas.
- Problemas de salud como insomnio, trastornos digestivos y un bajo sistema inmune.
- Falta de entusiasmo a la hora de realizar las tareas de cada día.
- Frustración, negativismo, cinismo y cambios frecuentes de humor, dentro y/o fuera del trabajo.
- Baja productividad. Una medida para conocer nuestro desempeño es comparar el rendimiento actual con el que teníamos al poco tiempo de iniciar ese trabajo.
- Escasa vida social. Cuando las personas viven para trabajar, es normal que dediquen cada vez menos tiempo a su vida y a sí mismas.
Si respondiste SÍ a 4 de estas afirmaciones o más, este artículo es para ti.
Quiero comentarte que en este cuadro se encuentra la solución a tus problemas, visto desde un contexto de responsabilidad y conciencia, en donde TÚ y sólo TÚ podrás hacerte cargo de tomar una decisión como esta: (haz click en el siguiente recuadro)
[learn_more caption=”La solución definitiva para la gente que está harta de su trabajo”]
RENUNCIA Y/O BÚSCATE OTRO
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Ahora bien, si te hace mucho ruido esta solución, no crees que sea la indicada y/o estas pensando que me volví loco, vamos a ver de fondo donde pudiera estar el problema.
Es muy probable que hasta este punto las frases que te acompañan son los “tengo que” que utilizas a diario:
Tengo que ir a trabajar, Tengo que bañarme, Tengo que levantarme temprano, Tengo que ir a la escuela, Tengo que hacer la comida, Etc.
Te invito a que en este momento saques tu “Tengo que” mas fuerte del día. Ya sea “aguantar a tu jefe”, “levantarte temprano”, o hasta el mismo “ir a trabajar” y lo digas en voz alta.
Nota que al decir TENGO QUE prácticamente estás acomodado un contexto en donde no hay elección, (condenado a la frustración en caso que tu trabajo ya no te guste), cuando realmente sí la hay.
Vamos a utilizar el TENGO QUE IR A TRABAJAR para mostrarlo de ejemplo de lo que seria “Elegir” en vez de “Tener que”.
En elección esto se puede ver de esta forma
“TENGO QUE IR A TRABAJAR”, porque si no me corren.
¿y si te corren?: ya no voy a tener dinero
¿y si ya no tienes dinero?: no voy a comer
¿y si ya no comes?: Me voy a enfermar
¿y si te enfermas?: ……………….
y es aquí donde tenemos la oportunidad de cambiar nuestra forma de ver las cosas.
Yo prefiero ir a trabajar, a que me pase …………..
En el “tengo que” no hay opciones. En el “Prefiero ó elijo” sí, me da opciones, me permite saber que siempre tengo el poder de decidir si lo hago o no. Siempre tienes opciones, y es muy probable que te sientas frustrado porque en determinado momento las perdiste de vista, mas estas siempre están ahí.
¿Estás harto de tu trabajo? No vayas, renuncia y encárgate de las consecuencias que esto conlleva. O bien, Elije tu trabajo en vez de lo que podría pasar por no tenerlo.
Recuerda que tienes en todo momento el poder de elegir tu propio camino.